SorayaPaniagua Ⓢ

En España ya están funcionando proyectos reales de «smart city» que deben servir de ejemplo y de gran acicate para concienciar a las administraciones de la gran importancia e impacto económico de estas actuaciones. Les cuento el estado de las iniciativas más sobresalientes, las de Santander, Málaga y Barcelona.

No obstante les recomiendo leer el  «Whiter Parper de IDG sobre las Ciudades Inteligentes en España» de septiembre 2011.

Santander

A mediados de 2011 se puso en marcha el primer panel con información en tiempo real de las plazas disponibles en el aparcamiento de la catedral y controlar la ocupación de las plazas de carga y descarga, paradas de autobús y vehículos de discapacitados.

Un sistema compuesto por más de 1.600 sensores,  325 bajo el asfalto. Actualmente se sigue desplegado el grueso de la infraestructura necesaria. Miles y miles de sensores. Hasta superar en septiembre de 2013, los 20.000 dispositivos inalámbricos (captadores, actuadores, cámaras, terminales móviles.) que recogerán muy diversa información a lo largo y ancho de la urbe con múltiples fines. El principal: mejorar la calidad de vida de los vecinos.

Santander fue seleccionada por la Comisión Europea para desarrollar el modelo de ciudad inteligente dentro de su séptimo Programa Marco 2007-2013. Una iniciativa en la que, además de la Unión Europea, se han involucrado quince socios, tanto administraciones públicas como empresas privadas. (Diario Montañés).

Pueden ver el estado del proyecto en la web de SmarSantander, está genial. Dispone de mucha y muy buena información.

Málaga

En  julio de 2011 se presentó el proyecto de Ciudad Inteligente de Málaga , liderado por Endesa, con foco en temas energéticos. A principios de este mes Málaga ha sido seleccionada por IBM como una de sus Smart City . La empresa  aportará durante tres años servicios y tecnologías cuyo valor equivale a 50 millones de dólares. El Mundo.

También están trabajando en nueva actuación denominada ZEM2ALL centrada en movilidad eléctrica y financiada  por NEDO (la organización para el desarrollo de la nueva tecnología industrial y de la energía del Gobierno de Japón).

Barcelona

El proyecto Smart City de Barcelona se encuentra en la lista de los diez mejores del mundo (según la lista de Boyd Cohen), los argumentos está relacionados con su normativa sobre energía solar y, sobre todo, por el proyecto de logística para la implantación del coche eléctrico, Live Barcelona. En cualquier caso Barcelona ha apostado por la experiencia y la tecnología de la empresa Cisco. A comienzos de 2011 Cisco y el Ayuntamiento de Barcelona anunciaron un acuerdo de colaboración para convertir Barcelona en un referente de ciudad inteligente. La idea es desarrollar  una infraestructura de red presente en  calles y espacios públicos mediante sensores, puntos de información y dispositivos móviles. La red posibilitará un entorno de desarrollo de servicios en logística, inmobiliaria, seguridad, servicios básicos, salud, etc. (Cisco). En marzo de este año han vuelto a anunciar otro acuerdo, esta vez para potenciar y comenzar a desplegar las iniciativas (BCN sella con Cisco su despegue como referente de las Smart City).

Reflexiones

Sin duda han comprendido la gran transcendencia de IoT y la urgente necesidad de implementar las infraestructuras necesarias para el desarrollo de esta nueva inteligencia. Lo “Smart” ya no es ciencia ficción, tampoco es complicado ni tan siquiera muy costoso, si pensamos en las grandes inversiones tecnológicas que se han vivido en pasados años.  Pero, como hemos visto en los ejemplos anteriores, las administraciones están recorriendo este camino de la mano de empresas del calibre de IBM o Cisco.

Sobre este asunto merece la pena pensar y ver diferentes perspectiva. Personalmente estoy completamente de acuerdo con la reflexión de Jorge F. Caleya en su artículo #Smart Cities: ¿desarrollo social o simple negocio? Una visión global de la sostenibilidad. Es fundamental poner en práctica el pensamiento de bien común, de hacer proyectos útiles para la sociedad y de que en ese camino, el ciudadano sea parte protagonista. Es fundamental que los administradores públicos tengan toda la información y los conocimientos necesarios y no se dejen influir por los intereses comerciales o el marketing basado en un titular de periódico. Lean lo que dice Celaya:

«Los proyectos se ponen en marcha promovidos por intereses contrapuestos en el que el escenario urbano es simplemente el punto de encuentro y no el objetivo principal. Esos intereses los representan, por un lado las grandes empresas de informática y telecomunicaciones asociadas especialmente a las grandes compañías energéticas. Las primeras poseen el conocimiento necesario para la gestión de las redes o lo pueden generar. Las segundas no quieren perder su posición predominante en el mayor negocio del mundo.

El esperado beneficio ciudadano es la gran coartada de un proceso que puede ser una gran oportunidad de desarrollo social o simplemente el gran negocio del siglo XXI. Se esgrime el crecimiento imparable de las ciudades como argumento para desarrollar cuanto antes sistemas y soluciones de gestión para los megaespacios urbanos del futuro. Se habla entonces de ciudades amigables y sostenibles gracias a los avances tecnológicos como el nuevo paradigma de desarrollo».

Los que hemos trabajado en grandes corporaciones entendemos perfectamente que los objetivos de las empresas son primero el lucro y después también.

Otros artículos sobre IoT son:

• Internet de las Cosas ya está en nuestras vidas.
• Internet de las Cosas, nube, datos, IPV6 y algoritmos.
• Pachube, datos abiertos para Internet de las Cosas.
• Un poco de historia sobre Internet de las Cosas.