SorayaPaniagua Ⓢ

Verán,  hace un par de semanas, el hijo de un buen amigo, de 12 años, me dice: “ no, no uso ordenador en casa, mi madre no me deja, tiene miedo de las redes sociales”.

Su madre es profesora de instituto.

Su comentario me hizo reflexionar sobre  el papel del Ciudadano en la nueva sociedad tecnológica. Como padres, como profesores, como  funcionarios o directivos… todos tenemos una gran responsabilidad, la de ofrecer a las nuevas generaciones un  mundo moderno, innovador, emprendedor, productivo  y motivado. Y eso, a día de hoy es incuestionable, pasa por el uso intensivo de la tecnología.

Como ciudadanos tenemos el deber de conocer y usar Internet.  Tenemos el deber de estar y participar en los medios sociales y de utilizar las herramientas de la web 2.0. Y es así, no ya por nosotros sino por ellos, por las futuras generaciones. Ellos tiene que  “cacharrear” en todas partes, en Youtube, en Tuenti, en Menéame …  tienen que aprender a buscar el conocimiento en la Red o  a trabajar con herramientas de productividad. Tenemos el deber de guiarles, de educarles en los usos de la tecnología… y para eso, hay que saber.

Ahh, les cuento la anécdota que narró Ícaro Moyano (DIRCOM de Tuenti) en Movilforum:  “un día antes de selectividad en Madrid,  Tuenti estuvo “caído” unos 30 minutos. Recibimos unos 5.000 mails de chavales indignados. Estaban compartiendo sus apuntes en nuestra red”.

No, las redes sociales no son peligrosas. Muy al contrario, contienen y  distribuyen el conocimiento.

Verán,  hace unos días, tras  asistir a una conferencia, una ejecutiva de una conocida empresa  dice: “Uf, yo ya no estoy para esto de las redes, no tengo edad” .

Con escaso margen de error,  debía tener  48 años.

Su comentario me hizo reflexionar, aún más, sobre nosotros, sobre los Ciudadanos.  La era 2.0 va más allá de las redes sociales. Es una nueva forma de entender la economía, la sociedad, la comunicación, las relaciones.  Todo ha cambiado. Nunca antes el talento tuvo tanto valor. En el mercado global, la clave para competir está en la capacidad tecnológica de los recursos humanos, bien sea en la empresa o en la  administración.  Es responsabilidad nuestra asumir ese reto y cambiar el chip. Sí…hay que currárselo, echar horas… pero es el presente.

Creo en un ciudadano responsable de su propia capacitación tecnológica. Un ciudadano que entiende, asume y practica la nueva sociedad.  Esa sociedad que colabora, crea  y  comparte. Un ciudadano que no echa culpas ajenas ni  mira para otro lado.

Es lo que pienso.