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Soraya Cronista compulsiva. Periodista por vocación y de formación. Consultora NTIC por experiencia. Mi pasión es mi hija. Me gusta el café. Más sobre mí.

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26 agosto, 2013 Posted by sorayapa Publicado en Bigdata, Entrevistas Big Data
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Julio Mayol: La sanidad sólo tiene arreglo si aplicamos la tecnología

Julio Mayol en su despacho del Hospital Clínico de Madrid.A sus 50 años, Julio Mayol es, sin duda, un referente a la hora de analizar lo que está ocurriendo en la intersección entre la tecnología y la medicina. Mayol es cirujano y director de Innovación en el Hospital Clínico de Madrid. Pero, desde 2012, es también codirector de Madrid-MIT + Visión, un consorcio de la CAM y el MIT para impulsar la tecnología biomédica. En esta entrevista ponemos los pies en el suelo para analizar el impacto medico de IoT, big data y la impresión 3D. 

Mayol estudió medicina en la Complutense. Fue residente en el Hospital Beth Israel de Boston y Fellow en Harvard. Actualmente es jefe clínico de la unidad de cirugía colorrectal del Hospital Clínico, es profesor titular de la U.C.M, es académico, miembro del consejo editorial del British Journal of Surgery,  es codirector de Madrid-MIT + Visión y muchas cosas más.

Julio Mayol despliega un carácter jovial y sincero. Se nota que ama su profesión y ama la tecnología pero, ojo, siempre con la cautela de ver la innovación como algo capaz de solucionar problemas.

«Me gusta mucho la tecnología. Yo creo que la sanidad sólo tiene arreglo si aplicamos la tecnología. Tecnología es cualquier diseño humano destinado a solucionar problemas y eso es tanto en organización como en dispositivos. El reto está en cómo traducir lo que los médicos necesitamos para que los tecnólogos puedan entenderlo. El problema, como siempre, es la comunicación. Y mientras exista este problema seguirá habiendo una disociación entre los programas de impulso que son extremadamente caros y no soluciona nada y aquellas cosas que son extremadamente baratas, pero que solucionan muchos problemas. Por ejemplo, José Gómez Márquez, desde el MIT, donde tiene su laboratorio de pequeño dispositivos (littledevices.org), hace cosas como un autoclave solar para esterilizar instrumental clínico en zonas sin recursos. Sin embargo aquí estamos más interesados en tener el bisturí que huele a flores. Vemos que hay tecnologías muy simples pero que producen un gran beneficio social. También aparecen innovaciones como aplicar Kinect para ver radiografías sin tocarlas, yo lo he probado y no es útil, no es eficiente. Yo no puedo estar operando y quitar las manos del campo para pasar radiografías. También es muy cool hacer cirugía robótica pero no mejora nada».

El mes pasado se celebró el primer hackatho médico de España organizado por Madrid-MIT + Visión. Por primera vez en nuestro país, el mundo médico se encontró con el mundo de Internet de las Cosas. Pero las soluciones basadas en sensores y Nube no es algo que, actualmente, entusiasme a Mayol:

«El problema que estamos encontrando con Internet de las Cosas, con la sensorización extrema, es que vemos las soluciones antes de tener los problemas. Con lo cual, al final terminamos generando problemas para aplicar nuestras soluciones. Es importante invertir el modelo. Lo primero es identificar el problema, lo segundo identificar la necesidad, lo tercero validar la necesidad y cuarto encontrar o proponer una solución. Lo importante de juntar a gente en un hackathon es que puedan analizar necesidades, no para idear soluciones inventando una necesidad. Por otra parte, el hecho de que podamos controlar a los pacientes con sensores, allá donde vayan, no es necesariamente bueno. De hecho, hay algunos programas militares, desarrollados con sensores para monitorizar a los soldados, que han sido desestimados porque al final lo único que consigues es ver cómo caen los sondados y no poder hacer nada. Hay cosas que es mejor no medir si no vas a poder solucionarlas. La monitorización tampoco mejora el sistema porque lo que genera es más demanda. Uno de los problemas de la medicina es que cuanto mejor lo haces, peor. Parece paradójico, pero si yo soy mejor tratando el cáncer y lo convierto en una enfermedad crónica, mi gasto aumenta así como el coste del tratamiento».

Sobre big data su visión es diferente:

«La utilización de grandes volúmenes de datos es muy relevante, muy importante. Pero la cuestión es ¿Para qué? Debemos tener muy claro el fin: ¿Para predecir? ¿Para diseñar? ¿Para planificar? En España hay mucha gente interesada en big data y hay muchos datos, de hecho en España hay muchísimos datos que podrían ser explotados, pero lo importante es saber qué es lo que queremos conseguir ¿Queremos vivir más? ¿Queremos saber antes lo que nos va a pasar? Y ¿Realmente queremos saber lo que nos va a pasar? Porque saber eso supone riesgos, por ejemplo a la hora de que nos den un trabajo o nos aseguren. Debemos tener muy claro a qué juego estamos jugando y en qué campo. En países donde hay una expectativa de vida de 80 y tantos años, qué más queremos ofrecer ¿Con qué calidad de vida vamos a ofrecer una mejora de la supervivencia?»

Julio Mayol en su despacho del Hospital Clínico de Madrid.La impresión 3D sí está aportando soluciones reales y concretas al sector sanitario. Para Julio Mayol, las primeras aplicaciones se producirán en las áreas de la odontología, la cirugía maxilofacial y, sobre todo, en reconstrucción facial.

«No sé sí lo vamos a ver en casa o lo veremos externalizado,  pero lo cierto que con una impresora 3D podremos hacer nuestros propios dientes. El MIT ha desarrollado un escáner con el cual se puede hacer una reconstrucción 3D de todas las piezas dentales. Las aplicaciones a corto plazo las veremos, claramente, en odontología, en cirugía maxilofacial, cirugía reconstructiva y plástica. Yo aún no me planteo tener una impresora en mi equipo porque me dedicó la cirugía colorrectal, pero sí es muy probable que muy pronto la gente comience a probar, sobre todo gente que hace reconstrucción facial, seguro».

Quiero saber si, en general, los profesionales de la salud son conocedores de estos avances tecnológicos y conscientes de su importancia. Mayol responde rápido: No.

«No. Son muy pocos los que pueden tener idea de lo que va a pasar tecnológicamente de aquí a los próximos 20 años. Para nosotros lo que prima es la realidad y la inmediatez. El problema es que la tecnología está avanzando mucho más rápidamente que el desarrollo de las organizaciones y la inteligencia de esas organizaciones. Entonces se produce una divergencia. La curva que tira para arriba es la del desarrollo tecnológico. Si no somos capaces de hacerlas paralelas o, al menos, aproximarlas, tendremos cada vez más divergencia entre lo que las organización pueden hacer, o están dispuestas a hacer, y lo que la tecnología nos ofrece.»

En 2011 comenzó la colaboración de Julio Mayol con el consorcio Madrid-MIT + Visión. En noviembre de 2012 fue nombrado copresidente.

«El proyecto surge del deseo de la Comunidad de Madrid por modificar el funcionamiento, o la transferencia de conocimiento, en las universidades de la región. Eligen el campo de la tecnología biomédica porque creen que es donde Madrid puede ser muy competitiva. Porque hay muchos grupos muy potentes dentro de la academia y porque además tenemos un sistema sanitario realmente grande, con mucho conocimiento. Entonces se produce una alianza entre la Comunidad de Madrid y el MIT para convertir Madrid en un centro de Innovación. Mi incorporación se produce con el objetivo de codirigir todo el consorcio y hacer realidad esa transformación. El objetivo es crear un ecosistema que permita unificar el conocimiento existente, tanto médico o biomédico como tecnológico, y ser capaces de transferir todo ese conocimiento al tejido productivo».

Actualmente, tras tres años de funcionamiento, Madrid-MIT + Visión aglutina a más de mil profesionales. Ya hay patentes presentadas y proyectos listos para su lanzamiento empresarial.

colonoscopia 3d«Al principio el núcleo era muy pequeño, ahora hay más de 1.000 personas y numerosas instituciones involucradas, tanto en Madrid como en Boston. Ya hay patentes presentadas y proyectos que están a punto para su lanzamiento desde punto de vista empresarial, por ejemplo un sistema de colonoscopia 3D para mejorar la detección de cáncer, TeamColo o TeamCell, para la detección de células tumorales circulantes. En tres años se ha conseguido lo que en otros ámbitos se tarda diez o quince. Se ha conseguido una aceleración del proceso de transformación del conocimiento en productos y servicios. Nosotros consideramos que es un éxito, pero es difícil compararse con otros porque no hay otros sitios donde se haga lo mismo que hacemos nosotros. Es un proceso de transformación del ámbito universitario, del ámbito académico, del ámbito médico y de la cultura de toda una región».

Y, para terminar ¿Qué tecnología, que haya visto últimamente, le ha producido mayor impacto?

«Un sistema de José Gómez Márquez que permite convertir una bomba de inflar ruedas de bicicleta en un nebulizador para gente con asma».   

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